jueves, 3 de enero de 2013

Recuerdos

Mi muy querida Yowen:
                                             si estás leyendo ésto es que estoy muerta. 

Y aunque ahora no logres sonreir, algún día, releyendo esta carta, concederas a esta vieja amiga un último momento de humor.  Temo si me estarás odiando mucho por abandonarte e imagino que te odiarás aún más a ti misma por el sino que cargas sobre ti; no lo hagas mi bien y recuerda todo lo que sobre ello hemos hablado tantas veces... la vida es un regalo en sí misma y tu mejor que nadie puedes disfrutarla.  Una de mis mayores alegrías es que puedo tener la satisfacción de haber sido párticipe y la mayoría de las veces inductora de maravillosos momentos que tardarás mucho mucho en olvidar.  

Sé que vas a estar muy triste en una buena temporada por eso te mando esta carta y por eso te he entregado esta llave, es un último regalo que vas a tener que aceptar. Creo que también vas a estar un poco furiosa por ello pero tu tranquila, mi único y estirado nieto no la necesita tanto como tu. Además, como gran abuela que soy, lo he dejado bien cubierto y estoy segura de que si algo necesitara vas a estar ahí para el.  Sé lo mucho que siempre te gustó esta casa y después del tiempo que hace que no la piso imagino cómo estará... va a ser tu capullo de seda mi pequeña oruga, espero que cuando termines con ella tu misma salgas renovada así que es una labor que te encomiendo: arregla mi casa, devuélvele la luz que siempre tuvo y sé feliz en ella. Que sea tu hogar y tu refugio como una vez lo fue el mío.  Eso si, te voy a poner un plazo: que sea en seis como máximo!! cuando esté acabada le he dado instrucciones a mi nieto para que te entregue un último obsequio. Con ello me encargaré de que estés entretenida y animada y podamos seguir "en contacto". Otro plan fabuloso ideado por mi brillante mente.

Por último quisiera pedirte perdón por no decirte estas cosas cara a cara; no le tengas en cuenta a Jacobo que no te avisara de mis últimos momentos, eso también fue cosa mía. Quizás haya sido una cobardía pues no creí que tuviera fuerzas para despedirme de ti, quiero pensar que lo hice también para que tu no tuvieras que pasar por ello nuevamente pues sé el gran dolor que podría causar en tu corazón.

 Y ahora a trabajar!! estoy deseando que mi nieto te entregue mi último regalo y no, no es una Ouija aunque tranquila, que si hay alguna manera de contactar contigo desde el más allá la encontraré.

Tu amiga del alma.
Por siempre.

Janine