jueves, 20 de septiembre de 2012

La llave

El aire se colaba por todas las rendijas, era una vieja casa pero la penumbra en la que ahora la contemplaba no le quitaba ni una pizca de su encanto. O quizás fueran todos los sentimientos que se habían alojado en su garganta tan pronto como traspasó el dintel.

La mujer de la agencia parloteaba algo sobre remodelación y modernidad. 
- Gracias - le soltó a bocajarro volviéndose hacía ella.
- ¿Perdón? - parecía que le costaba entender pero al ver su postura firme en la entrada de la casa se puso a la defensiva. - Señorita, si me permite le mostraré el edificio y la casa que ha adquirido. Le decía que no se desanime al verla, ha estado bastante tiempo deshabitada pero con una buena refor... -

- Gracias - volvió a interrumpirle. 
- Conozco el edificio y la casa. En el piso inferior está lo que en tiempos fue la casa del conserje y enfrente de ella las antiguas cuadras que se convirtieron a principio de siglo en garaje. Luego son dos plantas con dos viviendas en cada planta de las que solo la mía va a estar habitada -
- Lo que es un derroche como bien le dije a la Sra. propietaria - aprovechó para interrumpir ella también iniciando de nuevo su parloteo, si se creía esta señoritinga que iba a impedirle hacer su trabajo iba lista. - Siempre hemos tenido interesados en la propiedad y con ofertas muy sustanciales no se crea pero la vieja las rechazaba todas. En esta zona y con un buen arreglo podrían sacar mucho dinero, y si no quiere vender podríamos buscar unos buenos inquilinos. No se preocupe que con el nivel que nos movemos podríamos escoger buenos vecinos para usted, al fin y al cabo una propiedad como éstas no puede permitírsela cualquiera. A ver si ahora que tratamos con su nieto es más razonable... ya nos extrañó cuando recibimos el encargo de proporcionarle a usted esa llave. -
 Por momentos se le estaba haciendo inaguantable y sabía que de seguir así acabaría explotando. 

- Gracias - le dijo una vez más

- ¿Perdón? - Si, definitivamente le costaba entender.
- Ya me ha entregado la llave. Si estoy en lo correcto eso es lo que les habían encomendado.-
La mujer dudó, podía decirle que debía acompañarla hasta la puerta de su vivienda pero algo en la expresión de la jovencita que tenía delante le hizo desistir y de repente cayó en la cuenta, la llave que le había entregado era solo de la puerta principal. - Si es todo lo que necesita... - dijo con desdén.

- Sí. Gracias. -

Tenía todo lo que necesitaba... la llave y esa maldita carta que hubiera preferido nunca recibir. 
Ya solo le faltaba la soledad necesaria para permitir que las lágrimas salieran y en el momento que oyó como la puerta se cerraba a sus espaldas se derrumbó.

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